27.12.07

sensacions de nadal (I)

Obro la porta amb les meves claus (les úniques claus que sé segur que sempre m'obriran una casa) i, sense fer massa soroll perquè no se'n adonin de que ja he arribat, em quedo uns instants sola al rebedor.

Quieta allà al mig, observo com al nen Jesús li canvia la cara de color al ritme de les llumetes que s'encenen i s'apaguen, i com els Reis Mags s'apropen des de la llunyania amb uns camells enormes.


Entreobro la vidriera que dóna al menjador, i presidint-lo, majestuosa, està la taula, més llarga i més ben guarnida que mai. Tanco els ulls i oloro el caldo, els canelons, i el rostit de pollastre.

Al fons entreveig a la meva mare traginant per la cuina. Respiro i somric.

És Nadal.

24.12.07

el corsé

No recuerda cuando ni quién le puso ese corsé que tenía que moldear su cuerpecito de princesa. Su opresión era muy sutil, casi imperceptible, pero con el paso de los años dejó que su abdomen se desarrollara a gusto del artilugio.


Hoy se ha despertado contenta, sintiéndose muy libre y muy tranquila.
A los pies de su cama yacía el corsé ya enegrecido.

Se ha frotado los ojos, se ha desperezado y, de un salto, ha abandonando el calor del edredón. En ese momento un escalofrío ha recorrido su barriga.

Al ver la rosa roja en la mesa del desayuno se le ha escapado una sonrisa.
Ya no necesitaba el corsé para ser la mejor de las princesas.

22.12.07

ser libre

Él la animaba a quitarse el velo.
Ella nunca se había planteado quitárselo.

Él le ofrecía ser aquella mujer que, de niña y a escondidas, había soñado que algún día sería. Pero que al final nunca fue.

Él le estaba regalando la libertad.
Ella no comprendía por qué siendo libre se sentía tan limitada.

la memoria de los peces

Estas Navidades seréis mis invitados.


Están condenados a repetir una y otra vez los mismos errores. Su memoria no les permite recordar más allá de los últimos tres segundos, y eso con suerte.

Quizás no es tan mala mala forma de vivir. Al fin y al cabo, por más que se equivoquen y tropiecen con la misma piedra no lo recordarán, y por lo tanto no se sentirán culpables ni vulnerables. Pueden cambiar de opinión cada tres segundos, nadie se lo tirará en cara.

Peor lo tenemos los humanos. ¿Quién no se ha visto, uno y otro día, una y otra vez, repitiendo lo ya vivido? Al menos si tuviéramos memoria de pez no lo recordaríamos y nos sentiríamos menos éstúpidos.

18.12.07

amasando la vida

Ya de pequeña intuía que algo era distinto en su forma de interiorizar los conocimientos. Siempre fue de las primeras de la clase, pero las horas que pasaba estudiando, haciendo resúmenes, resúmenes de los resúmenes, esquemas, y esquemas de los esquemas denotaban que le costaba más que a los otros niños comprender las cosas. Parecía que necesitara amasar las lecciones hasta obtener uns masa uniforme para poderla hornear sin grumos y digerir a la perfección. Aún así, al final lo conseguía, y la prueba está en que en los 16 años que pasó estudiando sólo suspendió tres exámenes.

Hoy en la oficina la he visto en la mesa de reuniones, sola, con un cronograma gigante, construído uniendo con pegamento hojas de papel, planificando las tareas para el próximo año. "Necesitaba ver 'sobre plano' la magnitud del trabajo que nos viene encima", me ha dicho. Otra vez, amasando...

Quizás es por ello, por la forma en la que discurre su cerebro, que necesita amasar continuamente sus relaciones personales, inclusive las sentimentales, para reducirlo todo a una bola fina y lisa que le quepa entre las manos.

12.12.07

dame un silbidito


Nena, sé que mai llegeixes el meu blog, de manera que dubto que vegis això (potser un ocellet -bé, més aviat un pajaro carpintejo (jajajaja)- que sí que em llegeixés, t'ho explica).

La qüestió, que merci per ser-hi sempre, per escolar sense jutgar, i jutgar només quan és absolutament necessari. Riute tu del "Pepito Grillo". Amb tu sí que funciona allò de "dame un silbidito" ;-)

¿Blanco o negro?

¿Por qué no lo puedo compreder? ¿Por qué no lo puedes comprender? Blanco o negro; dentro o fuera; sí o no.

Me da miedo, sí, mucho miedo. Miedo a que se rompa la baraja, a que la ruleta pare de dar vueltas, a que te necesite y no estés.

Entonces ella me cuenta, a través de las letras, en la distancia y sin saberlo, que a esta situación le puedo sacar un beneficio que nos hará crecer, que me hará crecer. ¿Cuándo lo comprendió? ¿Cómo lo consiguió? ¿Uno nace así o se hace?

Blanco o negro, todos ganan. Blanco o negro, gana la banca.