17.6.07

Va de gatos y perros

Hay personas que son como gatos, y otras como perros.

Las primeras priman la independencia y la libertad por encima de todo. Les gusta saber que tienen un hogar donde acuidir si hace frío, quieren descansar, tienen hambre o necesitan que le curen una herida. Pero no soportan que les quiten la libertad para entrar y salir cuando quieran. De vez en cuando necesitan irse a callejear y volver días o semanas después, con aspecto de acabar de salir de una rafe, y todo lo que esto implica: fiesta, resaca, escarceos, rasguños de alguna pelea y, sobretodo, felicidad en el rostro. Los gatos son capaces de abandonar a sus seres más queridos antes de perder su entorno y capacidad de autonomía. Y si su "dueño" los abandona, sobrevivirán sin demasiada dificultad. Saben que poniendo carita de buenos y con uno o dos maullidos, cualquier otro les acogerá.

El segundo tipo de personas, las que son como perros, en cambio, priman la fidelidad y el compromiso. Procuran no separarse de su ser más querido bajo ningún motivo; prefieren quedarse en casa cuidando a su compañero antes de irse a hacer otras cosas; renunciar a lo que sea por su "amo" es su live motiv. Son fieles e, incluso me atrevería a decir, algo dependientes, no soportan la soledad y mucho menos el abandono. Los perros son capaces de seguirte hasta el fin del mundo, olvidando la calidez del hogar, del entorno e, incluso, olvidando su propia existencia. Muchos son los casos en los que cuando el dueño de un perro muere, éste le hace compañía ante su tumba hasta encontrar la muerte también.

¿Pueden entonces un gato y un perro ser compañeros y amantes a largo plazo?

Yo, creo que sí, si hay respeto y comprensión.

Al fin y al cabo, los polos opuestos siempre se han atraído...

13.6.07

Una semana extraña

No sé muy bien por qué, pero esta semana es extraña, desconcertante... Una de esas semanas en las que te levantas por la mañana y no sabes muy bien qué día es ni qué tienes que hacer; una de esas semanas en la que te citas con tres personas a la vez en distintos lugares de la ciudad para hacer cosas totalmente dispares... y acabas cancelando todas esas citas y haciendo nada sola; una de esas semanas en las que ni tú misma sabes dónde estás...

Hace un rato chateaba con un amigo, Javier, y me comentaba que él está igual, que quizás es cosa de los cáncer... Javier y yo, además de amigos, somos "compadres" de horóscopo, y aunque ninguno de los dos creemos demasiado en estas cosas, hoy hemos dado vacaciones a la lógica y la razón y hemos decidido que va a ser cosa de las estrellas...

Para Javier y para mí (y para todos los nacidos bajo este signo del zodíaco) se acerca un nuevo aniversario. Ambos estamos cerca de la treintena y hoy, mientras hablaba con él, he recordado que otra amiga, que ya hace unos cuantos-bastantes días que lleva el tres como abanderado en las decenas, y que casualmente tiene un nombre karmico, me ha comentado en varias ocasiones que la veintena es para hacer locuras; la treintena para comenzar a marcarse el camino y saber qué quiere uno en la vida; y que ya la cuarentena es para aposantarse en lo deseado y no hacer demsasido el tonto...

Pues nada, a mí todavía me quedan dos años y 11 días para hacer el loco... de manera que quedar con tres personas a la vez, olvidar en qué día vivo, y creer en el horóscopo no es tan grave, supongo. Al menos por ahora.