en el atolladero
Para escribir y contar historias es básico vivir y observar la vida. Si no ves, escuchas ni sientes es muy difícil contar nada. Pero a veces, la propia vida y el exceso de sensaciones te absorben de tal manera que es imposible plasmar nada sobre el papel...
Y esto es lo que me ha pasado estos últimas semanas... He vivido tantas emociones y tan intensamente que cada vez que intentaba escribir algo, todas las palabras querían salir a la vez, se hacían la trabanqueta y, al final, la una por la otra, ninguna conseguía salir del atasco. Sólo conseguí poner un "pause",y ya me costó lo suyo. Ahora parace que el atolladero comienza a desvanecerse en mi cerebro y las ideas empiezan a ordenarse solas... Supongo que en unas horas o unos días mi cabeza recuperá su estructura habitual y podré contar todo lo que quiero. Porque aunque no haya escrito nada, la vida pasa... ¡y de qué manera!
A todos y todas, gracias por esperarme. En breve, ¡mucho más!
1 comentario:
Uuuueeeee!!
Esclar que si guapa, ara veig que tot torna a la normalitat, pronto tendremos buenas historias que leer...
Estic molt content,en una hora agafo un barco cap a Mallorca, em quedo tranquil i satisfet amb el teu text sentint que ja as pitjat el Play.
Fins aviat!!
Publicar un comentario