amasando la vida
Ya de pequeña intuía que algo era distinto en su forma de interiorizar los conocimientos. Siempre fue de las primeras de la clase, pero las horas que pasaba estudiando, haciendo resúmenes, resúmenes de los resúmenes, esquemas, y esquemas de los esquemas denotaban que le costaba más que a los otros niños comprender las cosas. Parecía que necesitara amasar las lecciones hasta obtener uns masa uniforme para poderla hornear sin grumos y digerir a la perfección. Aún así, al final lo conseguía, y la prueba está en que en los 16 años que pasó estudiando sólo suspendió tres exámenes.
Hoy en la oficina la he visto en la mesa de reuniones, sola, con un cronograma gigante, construído uniendo con pegamento hojas de papel, planificando las tareas para el próximo año. "Necesitaba ver 'sobre plano' la magnitud del trabajo que nos viene encima", me ha dicho. Otra vez, amasando...
Quizás es por ello, por la forma en la que discurre su cerebro, que necesita amasar continuamente sus relaciones personales, inclusive las sentimentales, para reducirlo todo a una bola fina y lisa que le quepa entre las manos.
1 comentario:
Hola, Hola, hola !!!
Como va eso?
A ver si nos vemos, ok?
Veo que estás mas activa que yo con el blog.
Un besazo
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